sábado, 1 de septiembre de 2012

¿De qué hablo cuando corro?


Muy buena pregunta, cuando se esta en medio, en el ojo del huracán de una carrera.

Mientras corro, simplemente corro. Como norma corro en medio del vacío. Dicho a la inversa, tal vez cabría afirmar que corro para lograr el vacío. Y también es en el vacío donde se sumergen esos pensamientos esporádicos. Porque en el interior de la mente humana es imposible lograr el vacío absoluto. El espíritu humano no es ni tan fuerte ni tan consistente como para poder albergar el vacío absoluto. Sin embargo, esos pensamientos (o esas ideas) que penetran en mi espíritu mientras corro no son, en definitiva, más que meros accesorios del vacío. No son contenidos, son pensamientos generados en torno al eje de la vacuidad.
Los pensamientos que acuden a mi mente cuando corro se parecen a las nubes del cielo. Nubes de diversas formas y tamaños. Nubes que vienen y se van. Pero el cielo siempre es el cielo. Las nubes son sólo meras invitadas. Algo que pasa de largo y se dispersa. Y sólo queda el cielo. El cielo es algo que, al tiempo que existe, no existe. Algo material y, a la vez, inmaterial. Y a nosotros no nos queda sino aceptar la existencia de es.

El hecho es, se tiene bastante tiempo para estar con uno mismo, y el saber qué pensar es la clave para poder mantenerse en trote.

"¿Qué clase de mantras se recitan en la mente de un corredor para conseguir auto-estimularse durante una carrera?"

"Había un corredor que decía: 'El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional'. Por ejemplo cuando una persona que está corriendo piensa: 'Uf, que duro, no puedo mas' lo de la dureza es un hecho inevitable, pero lo de poder o no poder mas, eso queda ya al arbitrio del interesado."

 Creo que estas palabras resumen de manera concisa lo mas importante de una carrera.

Fuente:
De que hablo cuando corro
Haruki Murakami 
Editorial Maxi TusQuets

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